12 jun 2011

My Murder Cap 5 "A little piece of heaven"

"Un pedacito del Cielo"
(Avenged Sevenfold)

Amanecí dormida sobre aquella roca fría en medio de la laguna…
Mi cuerpo estaba ahí, muerto, sangrante, sin vida sobre el agua.
-Un día de fallecida…. —murmuré mientras me levantaba.
Había una pequeña brisa en ese lugar que levantaba mi cabello y golpeaba mi rostro.
Me di cuenta que no sentía nada… no sabía si la brisa era tibia o fría. No lo sentía.
De pronto, algo me obligó a cerrar los ojos.
Lo hice.

La tierra debajo de mis pies se movió, y en un santiamén abrí los ojos y me encontraba sobre un verde pasto… era un gran campo.
*****

El cielo tenía un azul intenso, las nubes eran delgadas y blancas completamente. El sol brillaba orgulloso.
Al otro lado del hermoso cielo que contemplaba se veía la luna, lo cual era extraño. Así que no sabía si era de día o de noche en ese lugar.
“Este no puede ser un sueño mío… no puede ser… Sí he muerto.
No siento nada, no me ensucié cuando me resbalé en mi propia sangre.
Estoy muerta de verdad…”
De pronto algo jaló la falda del vestido blanco percudido que usaba.
Miré hacia abajo. Era una niña pequeña.
Lo más extraño era que, se parecía mucho a mi hermana. Solo que esta niña tenía los párpados hacia abajo, como si estuviera triste. Su vestidito azul marino estaba igual de roto como el mío.
Me sonrió y yo me quedé atónita ante su presencia, pero no sabía la razón.
-¡Hola, Scar!—dijo llena de júbilo. Acto seguido, me abrazó de manera afectiva.
-¿Hola?—dije mientras miraba su cabecita sobre mi estómago.
Me soltó.
Me miró detenidamente. Miró mis brazos raspados, mis rodillas con cicatrices… mi vestido roído. Miró mi cara y luego acomodó mi cabello.
Su rostro se crispó.
-¿qué te pasó? Te vez demacrada.
“Ya me había dado cuenta” pensé.
-Yo… no lo sé… --balbuceé. Y no hice caso a su pregunta--¿Quién eres, pequeña?
Sonrió orgullosa.
-Soy quien va a ayudarte.—ella seguía examinando mi cuerpo, lo cual hizo que yo empezara a verme de igual manera.
Acerqué mis brazos a mi cara para ver mejor; estaban llenos de moretones. Mis muñecas tenían muestras de cuerdas.
Después mi agaché para ver mis piernas. Tenían cicatrices gigantescas, también mis tobillos habían sido amarrados y mis muslos tenían líneas rojas: latigazos.
Adivinó lo que estaba pensando.
-Al parecer te torturaron antes de fallecer ¿eh?—lo dijo con tanta naturalidad que me hizo asentir con la cabeza de inmediato.—Ahora te dolerá la cabeza
Y así sucedió.
Era como una migraña muy fuerte. No lo soportaba… Me tomé la nuca.
Luego miré mis manos.
SANGRE

-Sí, Scar. Tienes un gran golpe. No creo que hayas tardado en irte.—seguía diciendo de manera tranquila. –Ven, agáchate—así lo hice.
Tomó mi cabeza—Auch. Enserio te hirieron. ¿No te dolía ahí abajo?
-¿Abajo, donde?
-En la tierra de los humanos.
-No
-Bueno, se te pasará. Te dejarán de doler los golpes si te quedas. Es solo un pequeño lapso de tiempo en lo que te acostumbras a este lugar.
-¿Qué es este lugar?
-Aquí vienen las almas acabadas de morir, Scarlet.—tomó mi mano.—ahora debemos resolver tu problema.—Me hizo caminar.
-¿Qué hago aquí?
-Estás aquí para aprender. Moriste para ayudar a alguien.
¿Ayudar a alguien?
Esto me parece una broma.

-Y soy “la elegida” y entonces me volveré inmortal. ¿No?—me burlé de lo que dijo. Es que, ¿Cómo iba yo a ayudar con mi muerte?
-No Scarlet. No te burles. Esto es serio, y si no lo tomas así, entonces te quedarás aquí y tu dolor físico no desaparecerá.
Sonaba muy seria. Entonces le creí.
-¿Entonces qué debo hacer?

****
De pronto llegué a la sala de mi casa.
La abuela estaba llorando desconsolada sentada sobre su silla mecedora mientras miraba un retrato mío.
En la cocina se encontraba mi tía, la hija mayor de la abuela. Y una de mis mejores amigas salió de mi habitación. Sus pequeños ojos color marrón estaban llorando, su cabello enmarañado seguía mostrando lo fuerte que parecía… Magda, mi mejor amiga estaba llorando por mí…
-¿Dónde estará mi Scar?—decía la abuela.
-No te preocupes, mamá, de seguro ha de estar de fiesta en fiesta—le dijo mi tía.
-¿Cómo crees? Ella me hubiera avisado.
-Ella ya tiene quince años, ma… entiende que a veces no seguirá todas tus órdenes… y menos ahora.
-¡Callate!—gritó la abuela—Mira, no dejaré que tú hables así de mi niña. Yo tengo sus papeles, sus padres la dejaron conmigo hace dos años. Su hermana acaba de fallecer, ¿no lo entiendes?



Magda entró a la sala.
-¿Cómo podría ella estar en una fiesta sin mí?—le preguntó a mi tía mientras sollozaba.
-No lo sé
Mi tía se fue indignada. Al parecer odiaba que me prestaran atención.
-No me sorprendería que se haya…suicidado… ay, mi chiquita—dijo la abuela llena de preocupación…
-No se ponga así, señora. Pronto sabremos algo de ella. Este pueblo de mala muerte es muy pequeño. Ella nunca salió sola más allá de la frontera.
-tienes razón…  El comisario Leto  es un buen hombre. Sé que la encontrará
-Bueno. Quiero que se calme y que descanse, por favor—le pidió Magda—Ya debo irme. Hasta luego—le dio un beso en la frente.
-Adiós, Mag. Cuídate mucho y me saludas a tus padres.
La abuela se quedó sola dentro de la sala abrazando mi retrato.
Intenté abrazarla, no quería que se pusiera así, ella debía ser fuerte.
Cuando traté de poner mis brazos sobre sy cuerpo, ella comenzó a temblar.
Traspasándome se levantó y cerró la ventana.
-hace un poco de frío…
Después se metió a su recámara y distendió su cama.
-Espero soñar contigo, querida Scarlet—murmuró con un tono lúgubre. Cerró los ojos…
La dejé descansar y me fui a vagar por el frío pueblo.
***
Llegué a la laguna de nuevo. Pensé en despedirme de mi propio cuerpo.
Pero me di cuenta que la laguna estaba abarrotada de gente y autos.
-Afirmativo. Es ella, la encontramos—decía un hombre delgado de ojos azules.
Miraba mi cuerpo lleno de preocupación. Se levantó y su cuerpo atlético pudo verse mejor.
Era Leto.
-Llévenla a donde puedan investigar lo sucedido.
-Bien, señor.
Varios hombres me levantaron con cuidado y me metieron a una especie de bolsa blanca.
****
De nuevo la tierra se movió sobre mis pies y aparecí dentro de una habitación fría y blanca.
-Scarlet. Debes ser fuerte. Si no logras sobrellevar lo que acontinuación sucederá, entonces el camino hacia tu descanso sería algo interrumpido—la niña apareció a mi lado
-¿Qué es este lugar?
-Tu autopsia.

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